Gracias Diego Mancusi
Hay artistas que están hechos para trascender las fronteras de su patria y llegar a cada rincón del mundo, por más lejano que éste sea, con el poder de su obra. Vladimir Visotsky, claro está, no es ni de casualidad uno de ellos, dado que si no lo veías aca lo ibas a conocer menos que al pedicuro que atiende a mi tía Elena.
Básicamente lo que tenemos para decir de Visotsky es que se tomaba hasta la molestia, que era grosso y que crepó hace bocha. Para todo lo demás existe su música, como por ejemplo este tema que se llama algo así como "Koni Priviredliviye" pero que a mí me gusta rebautizar como "Chúpame, mi niña Cani". Una vez más, para que vean que hay músicos pulenta más allá de La Mancha de Rolando. Tópicos de candente actualidad como Mauricio Dayub o el agua saborizada finamente gasificada pasan por la poesía políglota de Vladimir así como a vos te pasa un Serenito por el gañote.
No comments:
Post a Comment