La vida por Luis Miguel

 

De más está decir que los escritores de este texto no aprueban ningún tipo de violencia física aplicada hacia criaturita de Dios alguna, con la lógica excepción de una buena rosca de común acuerdo entre adultos varones en su sano juicio, o una golpiza comando dirigida hacia Alejandro Lerner. No obstante, consideremos si no hay algo de verdad en el hecho de que un buen sopapo paternal a tiempo nos habría ahorrado dos incordios morales: a) las chicas que acamparon durante horas y horas (y horas) bajo la lluvia para conseguir una entrada para ver a Luis Miguel y; b) Luis Miguel.
Porque así es la vida, señor: si la llega a mandar a la nena al banco a pagar el gas y tiene que esperar cuatro minutos parada escuchando música con calefacción, se le arma goma; sin embargo, si la cosa es dormir toda la noche en la calle retorciéndose de frío con el solo objeto de gastarse la mitad del PBI de una republiqueta africana en un ticket para ver a un gordo drogón al que hace dos meses le estaban armando el velorio, ahí está todo pila, amigo. Curiosidades del reino animal.
Con todo, como somos una sarta de jodidos y les queremos arruinar la sorpresa, aquí les dejamos en exclusiva cómo será el show de Luismi en Argentina, de acuerdo a declaraciones de fuentes inobjetables (unos pibes que tomaban cerveza en la esquina de casa) y un montón de presunciones poco serias y sospechas sin ningún tipo de asidero. A saber:
09:54 PM: Ocho muertos y 23.547 heridos tras una avalancha provocada por la aparición out of fucking nowhere de un vendedor de pirulines lisérgicos.
10:00 PM: Las cachas de un ballenato bloquean un molinete, generando otra avalancha que deja un saldo de ocho muertos y 87.356 heridos más. Todo se resuelve con un "mové el papo, beluga" y una certera palanqueta.
10:15 PM: La gente corea "Luismi no se murió, Luismi no se murió, que se muera Bandana la puta madre que lo parió", no por una rivalidad con el extinto grupo de chicas, sino porque no se les ocurre otra cosa que entre en la métrica de la canción.
10:20 PM: Se apagan las luces. Ocho muertos más. Se prenden las luces. Barren los cadáveres. Sigue la espera.
10:22 PM: Aparece Luis Miguel vestido de Teletubbie a bordo de un Panzer tuneado y se dedica a lamer lujuriosamente una gigantografía de Héctor Alterio. La descomunal acumulación de WTF en la zona genera otra avalancha con ocho muertos y 376.475 heridos re jodidos.
10:35 PM: Pretende arrancar con un cover de "Another brick in the Wall" de Pink Floyd pero aborta la iniciativa luego de que El Fantasma de Rick Wright le meta un correctivo en la nuca y le diga "¿dónde vas, salame?".
10:46 PM: Expresa a su público, con lágrimas en los ojos, su deseo irrefrenable de convertirse en ninja.
10:57 PM: Hilarante stunt con siete bailarinas revolcándose en una pelopincho llena de moco. Mientras, una extraña inyección en la carótida hace que Luismi brille en la oscuridad. Ocho muertos más.
11:03 PM: La banda hace que toca "Será que no me amas", el del playback pone la pista de un bolero de Manzanero y Luismi canta "Si yo soy así no es por culpa de la droga" de Flema. Todos se miran. Profundo silencio hasta que un cocacolero grita "aguante Britney Spears, carajo" y todo se convierte en un maremágnum de alegría y diversión que, lógicamente, causa una avalancha que se lleva la vida de ocho angelitos.
11:07 PM: Sorpresa generalizada al ver a Pato Fontanet como voluntario de la Cruz Roja.
11:08 PM: Mientras hace como que canta "La incondicional", el iluminador se equivoca y terminan notándose los hilos que mueven al cantante cual si fuera el protagonista de Weekend at Bernie's. La concurrencia se retira indignada, esta vez sin muertos ni heridos.
12:01 AM: La crew de Luismi entra al muñeco porque llueve y se dirige a una vernissage en Ezpeleta, aún sin saber el significado de las palabras "vernissage", "Ezpeleta" y "dirige".